6 de enero de 2014

El desarrollo sin máscaras

Cada día es más común en nuestro continente latinoamericano escuchar el término desarrollo relacionado a un “status” que nuestros países van logrando según criterios que se han establecido a nivel mundial. Sin embargo, es necesario analizar desde varios puntos de vista este planteamiento de desarrollo, de manera que no recorramos un aparente hermoso camino, con los ojos de la inocencia, la cual a veces solo nos permite ver la sombra de la verdad.

En primer lugar, debemos analizar la palabra desarrollo como tal, y lo haremos en tres perspectivas:
  1. ¿Cómo cada persona entiende o define el término desarrollo? Siempre que se ha hecho esta pregunta a algún público, se han dado como sinónimos de desarrollo palabras como avanzar, progresar, mejorar. Es decir, todos le damos una connotación positiva. ¿Cómo lo defines tú?
  2. Definición en el diccionario. Una de las definiciones más vistas o usadas desde internet es: “Es la condición de evolución que siempre tiene una connotación positiva ya que implica un crecimiento o paso hacia etapas o estadios superiores. La noción de desarrollo entonces puede servir para hacer referencia tanto a cosas, personas, situaciones o fenómenos de muy variado tipo”.
  3. Por último debemos analizar cuál es la concepción de desarrollo que vemos manifestada en nuestro entorno a nivel gubernamental, económico y social. Perspectiva que también hemos comprobado que tiene una misma percepción por parte de las personas, pues en la mayoría de los casos, coinciden en que en nuestra cotidianidad se percibe desarrollo como tecnología, economía o infraestructura. Y tú ¿piensas lo mismo?

Para continuar, debemos fundamentar entonces que la palabra desarrollo desde todos los puntos de vista denota una condición de avance, de mejora o tiene un sentido positivo. Con esta base realizaremos todo nuestro análisis.

Muy seguramente en lo expuesto hasta ahora, ya muchos han recordado que en nuestro planeta ha existido una especie de “clasificación” mundial para los países, la cual consiste en que algunos son “desarrollados” y una gran porción son “subdesarrollados”. Según lo anterior, significa que los “desarrollados” han tenido un avance mayor en comparación a los demás; pero ¿en qué? Revisemos entonces el listado de los 10 países catalogados como los más avanzados, tomando como referencia su Producto Interno Bruto (PBI):

 
Sin duda ya muchos habían acertado en catalogar a los Estados Unidos de Norteamérica en el primer lugar de los “desarrollados”, así como seguramente ya habían tomado a Colombia como ejemplo de los “subdesarrollados” (es algo que desde pequeño los medios y el patrón cultural en nuestros familiares y amigos, nos han inculcado). Es una percepción que debe generar la primera reflexión al observar, que aunque Colombia no tiene la capacidad tecnológica y de transformación de materias primas con la que cuenta EE.UU, es uno de los países más ricos en fauna, flora y recursos naturales. ¿Entonces qué tiene más valor en este escalafón de desarrollo? ¿La vida en todas sus manifestaciones o la capacidad de transformarla en algo que la mayoría de las veces se convierte en basura y contaminación?

Es algo que profundizamos al darnos cuenta que estas naciones, que ocupan los 10 primeros puestos en “avance”, son las que en mayor porcentaje producen la tecnología, las teorías económicas e ideologías políticas así como las innovaciones militares. Son las mismas que actualmente aparecen como los pioneros en posesión de armas nucleares: 

Los datos expuestos en esta tabla, hacen parte de informes oficiales, los cuales (creo que para nadie es un misterio) siempre revelan la información más conveniente para el país al cual se refiere; y con mayor razón al tratarse de información militar, tema que goza del término “información clasificada” para ocultar gran parte de sus actividades o novedades. Esto no solo quiere decir que puedan tener más o menos bombas nucleares, sino que posean otro tipo de armas como biológicas o químicas.

Para continuar con nuestra observación, estas son las mismas naciones que desde 1945 a 1998 han participado en el lanzamiento de 2053 bombas atómicas en nuestro planeta; razón por la cual, considerando la construcción de estas armas, su mantenimiento y necesario avance tecnológico, son las primeros en emisiones de CO2 a nivel mundial; generando la mayoría de ellos más de 1000 toneladas de dicho gas por minuto. ¿Qué quiere decir esto? ¿Será que lo que hoy llaman desarrollo es generar inseguridad y destrucción de la vida? Y si es así ¿Se podría llamar esto realmente “desarrollo”? deja mucho que pensar si recordamos que desarrollo tiene una connotación positiva de mejorar, aspecto que no es claro en este sistema en el que se “avanza” según el avance tecnológico, que depende de la innovación del poder militar el cual es más potente en aquellos que de tanto crecer, necesitan protegerse con armas cada vez más asesinas que ponen en riesgo la vida del planeta y sus más de 7.000 millones de habitantes. Nuevamente reflexionemos ¿Será desarrollo destruir aquello que nos permite ser y existir?

Con lo planteado hasta ahora, tenemos elementos para pensar si preferimos un país desarrollado porque está lleno de vida y con las condiciones para mantenerla en un proceso de trascender; o un país “desarrollado” porque se ha especializado en maquillar un suicidio a largo plazo con pertenencias, lujos y tecnologías que simplemente, son incongruentes a la vida lógica e inteligente que manifiesta la creación. No obstante, aunque a nuestro país Colombia le falta mucho para convertirse en uno de esos países modelo y cuenta con gran potencial de vida, tampoco ha logrado ese desarrollo que cumpla el sentido de esa palabra comprobándose en la vida del ser humano y su entorno, lo cual sucede por la distribución de funciones que hicieron (a espaldas de la humanidad) los países “aliados” vencedores de la segunda guerra mundial para el planeta: EE.UU y Europa son los líderes, los administradores, productores, los intelectuales, jefes y gerentes; América Latina tiene los recursos naturales o materias primas; África y Asia tienen la mano de obra barata. Siendo así el diagrama de producción mundial, debemos darnos cuenta que en este sistema el supuesto desarrollo de hermosas comodidades sostenidas en profundas ilusiones es solo para unos pocos.

Ahora, tal como como a un organismo se le puede comprobar su estado de salud a través de un examen en el cual se analizan sus partes mínimas o fundamentales (como un examen de sangre); así mismo haremos un examen a los fundamentos de la sociedad buscando establecer si este mencionado desarrollo (que supuestamente es para la calidad de vida de la humanidad) cumple con su objetivo. 

Empecemos clarificando cuales serían dichos “fundamentos de la sociedad”: Básicamente se habla de
“sociedad” como una agrupación de individuos, cada uno de los cuales proviene de una familia que, “debidamente constituida”, surgió de la unión de un hombre y una mujer. Este sigue siendo en la gran mayoría de los casos, la procedencia de cada persona. Al ser la familia el primer ambiente que interviene en la formación de un ser que hará parte de la sociedad, podemos tomar esta como fundamento e instancia en la cual medir los logros del “desarrollo”, los niveles de avance y/o mejoría. Por lo tanto debemos preguntar: ¿Cómo se encuentra hoy tu familia? ¿Cómo ves las familias a tu alrededor? ¿Sientes que hay confianza entre las familias? ¿Hoy en día hay más o menos tiempo para que las familias compartan entre sí? ¿Los padres e hijos tienen bases y herramientas para solucionar las diferentes situaciones que se presentan día a día? ¿Crees que ha aumentado o disminuido el ambiente familiar que produce paz, armonía y esperanza en los seres humanos? ¿Consideras que cada familia es consciente de ser el vientre donde los seres que la conforman se gestan día a día? ¿La tecnología que cada vez innova más, ha contribuido a fortalecer las familias? ¿O por el contrario las ha llenado de vacíos?

Dependiendo tus respuestas a estas preguntas, es el resultado del examen al “desarrollo” desde su fundamento familiar.
Si queremos profundizar en este análisis, podemos realizar la misma revisión a aquello que está más allá de cada familia: la pareja; y aún más profundo el mismo individuo frente al cual podemos preguntar:

El avance en tecnologías, en infraestructura, en poder militar y utilización de recursos ¿Han fortalecido la identidad de cada ser humano? ¿Le han dado herramientas al individuo para resolver sus conflictos interiores y familiares? ¿Han desarrollado la consciencia de cada ser de manera que valore más la vida que lo que pueda tener? ¿Cuál de estos aspectos ha impulsado el autoconocimiento y desarrollo interior de cada persona? 

Ante este panorama, pretendemos resaltar que la única manera de hablar de un desarrollo planetario real, es buscando las estrategias para que cada habitante de la Tierra inicie y mantenga un proceso consciente de Desarrollo Interior, de potenciar las capacidades y herramientas que tiene en sí mismo para así saber aprovechar todo lo que le rodea de una manera congruente a la vida y con el sentido de comunidad que nuestros ancestros andinos vivieron y nos dejaron como legado.

Es necesario que cada individuo se conozca a sí mismo desde la composición y funcionamiento del cuerpo y sus 5 sentidos, pasando por las maravillas de la mente, el pensamiento y la idea, hasta la clave de las emociones; llevando esto a fortalecer su inteligencia, a la adquisición de sabidurías y esto se convierte en la consciencia individual que propulsa una transformación colectiva.


                                                                                                                             Jaime Ángel E.


Direcciones videos de apoyo:
http://www.youtube.com/watch?v=prwxH8kD_q0

http://www.youtube.com/watch?v=jfpQNfcRE1o

http://www.youtube.com/watch?v=_44Cw5nUdxE

http://www.youtube.com/watch?v=eXPqH0-I_S0

http://www.youtube.com/watch?v=PkLp4Ei1MRE

http://www.youtube.com/watch?v=sfXLzw29HYQ

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