El año 1948 -tres años después de la II Guerra Mundial-,
representó para el mundo contemporáneo, una serie de sucesos que determinaron el
soterrado e insospechado rumbo por el que es conducida la humanidad: la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Plan Marshall a favor de la
Europa de la posguerra, la creación de la OEA, la constitución de la
Organización Mundial de la Salud, el asesinato de Gandhi, la fundación del
Estado de Israel, el bloqueo de Berlín y el consecuente inicio de la Guerra
Fría y, los primeros pasos para las actuales OTAN y la Unión Europea.
En ese año de inusitado movimiento geopolítico, también tuvo
ocurrencia uno de los hechos más inesperadamente urdido por los intereses
globales y globalizadores: el magnicidio del líder colombiano Jorge Eliécer
Gaitán Ayala, acaecido un 9 de abril; asesinato metódicamente planeado para que
a su vez fuera el detonante marco de la primera acción de la guerra psicológica
de la Cía contra América Latina: el Bogotazo. Así fue, Colombia y la Bogotá de
los años 40, sirvieron de escenario para el estreno a nivel occidental de la
Cía en la guerra fría. Lo que ratifica el periodista y escritor Servando
González en un reciente libro suyo de 2012: “el Bogotazo fue el suceso que inició en el hemisferio occidental, una
operación de guerra psicológica de enormes proporciones: la llamada Guerra Fría”.
El 9 de abril de 1948 fue un día aciago para Colombia, con el
crimen de Gaitán se asesinó la posibilidad de construir de una vez por todas un
proyecto de nación auténtico, orientado por el hilo de nuestra propia historia,
de nuestro propio horizonte y con nuestra propia gente. Gaitán proponía un modelo
de Nación apropiado para el País y consecuentemente adverso a los intereses del
poder internacional, que sintetiza su esquema dominante en el llamado Nuevo
Orden Mundial (NOM); ese poder subrepticio de presencia global que rige los
hilos del mundo: divide y constituye países (Panamá, el Medio Oriente, los
Balcanes; los ejemplos cunden), decide presidentes, define modelos económicos,
recorta libertades, genera guerras, conflictos y atentados de falsas banderas,
crea pandemias y posiciona sus falacias en la mente de los pueblos por sus
medios masivos de desinformación. Este mega monstruo se sintió gravemente
amenazado por un hombre lúcido, auténtico, poseedor de una clarividencia propia
de los hombres virtuosos, dueño de una fuerza interior que le permitió irrumpir
con vehemencia en el decurso de los hechos, para insertar a un pueblo invisible
en la historia y convencerlo de la grandeza de su alma. Su calado en el corazón
de la gente, desmoronó los postulados de la psicología de masas y desafió para
siempre la sociología moderna. Lo suyo fue mucho más allá, y la marcha del
silencio reveló la indisoluble sincronía entre el caudillo y sus seguidores.
Con Gaitán al frente, el pueblo colombiano no era una masa dócil para el Nuevo
Orden y, por supuesto, este no hubiera tenido la oportunidad de controlar el
país y sus recursos estratégicos.
La nacionalización de la banca, la estatización de los servicios
públicos y una reforma agraria estructural y profunda, fueron tres de las
propuestas fundamentales del gaitanismo que llegarían a la presidencia; esto
constituía un palo en la rueda para los intereses de la política global, por
ello desataron sobre Colombia todo un entramado internacional impensable,
calculado de tal manera que pareciera imposible, y es así como las dos
facciones hermanadas siempre a la sombra: la izquierda y al derecha, fraguaron
el Bogotazo. La Cía, siguiendo órdenes de la CFR, reclutó a Fidel Castro a comienzos
de 1948 y lo envió a Colombia como agente instigador para participar en el
Bogotazo y en el asesinato de Gaitán. El mejor homenaje para reivindicar la
memoria de un verdadero Gran Colombiano, es develar la terrible impostura que
los hermanos secretos de la izquierda y la derecha, tejieron para asesinar la
conciencia de un pueblo. Esta ha sido su estratagema desde siempre, y la
humanidad inocente, tragose irreflexivamente el anzuelo.
Por:
Arturo Velásquez
Consultor Internacional de Organizaciones Sociales.
Investigador.