Poema “A LA MADRE”

Transcurre el tiempo y mi espíritu crece
mis años pasan y su mano invisible me guía
me lleva lentamente por el sendero de la vida,
paso a paso su conocimiento ami se adhiere.


Juego porque soy niño aún a mis años
y me recreo en el aprendizaje de la vida,
ella me amamanta y nunca deja de hacerlo
me quiere, sus caricias siempre me acompañan.


Leo en los pétalos de esa hermosa flor que me da,
me deleito y un baño me doy; con sus estambres
y con su manto del iris me cubren de hermosura
mientras pruebo el dulce néctar del saber.

Su dulzura se muestra mientras me reprende
pues siempre estoy dispuesto a su manifestación,
es la manera que utilizo para evitar el sufrimiento
y así con su beso y su caricia mi alma se nutre.


Vive en mí el deseo de verla siempre dispuesta…
Con su traje puro y transparente para admirarla,
la llevo en mi corazón y porto su estandarte
que reluciente se manifiesta en la lógica.


¡Oh Madre! ¿cómo haces para ser tan bella?
Miro la flor al amanecer de mis días y más me enamoro.
Camino libre por tu sendero y me siento dichoso,
la flor de su vida, se manifiesta en mi eternidad.



RAM SILV HERNANDO
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