21 de abril de 2014

Un buen día empieza con un buen desayuno




La idea no es atiborrarse de productos azucarados en la mañana, pero sí de incluir todos los grupos alimentarios en la principal comida del día que, según los expertos es el desayuno, pues estás recuperándote de una ausencia de comida de ocho o diez horas. Y cuando comienzas la jornada necesitas energía para mantenerte alerta, activo, favorecer el aprendizaje y la concentración. Así lo explica Claudia Angarita Gómez, directora del centro colombiano de nutrición integral.

Científicos de la Universidad de Tel Aviv recomendaron comer algún alimento dulce en las mañanas, como postres, tortas, chocolate o tostadas con algo dulce, que sumados con los otros alimentos, den 600 calorías. Se puede incluir pan (carbohidratos), cereales (integrales preferiblemente) las frutas, queso, huevo o jamón (proteínas), chocolate, café o yogur (lácteos) y aceites y margarinas (grasas).

La razón radica en que al consumir estos grupos obtenemos los nutrientes y minerales necesarios para desempeñar mejor las funciones orgánicas, como poner en marcha el metabolismo, crucial para mantenerse en el peso adecuado. Por esa razón, los investigadores afirman que consumir algo dulce en la mañana ayuda a adelgazar, pues además, te privará de estar comiendo todo el día comidas calóricas.

Esto ocurre porque durante la mañana el metabolismo es mucho más rápido que en la tarde. El estudio que así lo demostró, involucró a 193 personas obesas y las dividió en dos grupos. El primero comió pocos carbohidratos que producían una sensación de llenura, pero que se metabolizaban rápidamente y producían hambre que luego buscaban saciar ‘picando’ varias comidas. Mientras que el grupo que incluyó un postre en el desayuno quedaba satisfecho a más largo plazo, sin la necesidad de comer mucho durante la jornada.

Los expertos aseguran que restringir los dulces genera el efecto contrario: querer comerlos todo el tiempo. Por eso es mejor saber cómo consumirlos y controlarlos.

Claudia Angarita ratifica esta recomendación, pues en su opinión esta práctica regula el apetito, el vaciamiento gástrico, lo que ayuda a crear la sensación de saciedad y disminuir la ingesta de comidas con menos calorías.

La experta  da las siguientes recomendaciones para tener un comienzo de día equilibrado:

1. No desayunar solo jugo y café: el organismo necesita todos los nutrientes y es necesario consumir alimentos de todos los grupos como lácteos, cereales, frutas, azúcar y grasas.

2. Estos alimentos son recomendados para las personas que tienen el peso adecuado.
 Alguien con sobrepeso debe tener limitaciones especialmente en las grasas y azúcares.

3. Una dieta equilibrada debe distribuirse en 4 o 5 comidas:
 el aporte de calorías debe dividirse así: 25% el desayuno, almuerzo 30%, cena entre 25 y 30 por ciento y refrigerios entre el 15 y 20%.

4. En el desayuno deben servirse más carbohidratos y menos proteína y en la cena lo contrario, más proteínas y menos carbohidratos.

5. Consumir un alimento dulce en el desayuno
 ayuda a las células a tener glucosa y ellas ‘viven’ de esa energía producida por ese tipo de alimentos.  Pero, claramente, debe consumirse con moderación. Por ejemplo, las bebidas deben endulzarse máximo con dos cucharadas de azúcar o tomar una porción de mermelada o Nutella

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