La nociva reforma tributaria que el
Ministerio de Hacienda le propone al país, está justificada según el Gobierno Nacional, en la necesidad urgente
de tapar el déficit o hueco fiscal que padece Colombia, el cual está calculado
en 33 billones de pesos. Fundamentan de manera inmisericordemente falaz, que el
hueco fiscal ha tenido su origen principalmente en la caída del precio
internacional del petróleo -que de 115 dólares por barril en 2014, pasó a 50
dólares en el actual 2016- y a esto le suman otras tres causas: el aumento sin
freno de la deuda externa que ya oscila en 114 mil millones de dólares, la
evasión del ciudadano por la no cultura de pago de impuestos y por las
Entidades Sin Ánimo de Lucro que según Minhacienda, constituyen “el mayor
desangre tributario que tiene el país”.
Es imperioso aclarar que Colombia
sí requiere de una reforma tributaria urgente (pues los 33 billones de déficit
son innegables), pero no por los motivos que esgrime el gobierno, ni mucho
menos en los términos que la plantea. Si bien es cierto que el barril de
petróleo ha registrado un ostensible descenso, este hecho en sí mismo, no
constituye el óbice justificativo de la mal denominada y formulada reforma
tributaria “estructural”, esto es un argumento distractor del verdadero origen
del hueco fiscal, que se debe primordialmente a siete causas concretas que todo
colombiano debe conocer. Pero antes de mencionarlas, es importante puntualizar
que cuando existe déficit fiscal, esto está inherentemente relacionado con el
mal aprovechamiento y la pésima administración de los recursos del Estado por
parte de los gobiernos de turno.
Como primera causa real tenemos
que lejos de ser el desplome del precio del barril de petróleo, la raíz directa
del desequilibrio entre ingresos y egresos públicos, lo fue más bien el derroche
de los recursos del oro negro que en la década pasada, le reportaron a la
Nación ingresos por 210 billones de pesos. Como segunda causa, tenemos la
abominable corrupción administrativa que entre casos como Dragacol y Reficar
(en los que está implicado el ministro Cárdenas que ahora persigue al ciudadano
evasor), Agro Ingreso Seguro, el desfalco de la Dian de 2011, el carrusel de
contratación de Bogotá y el desfalco de la Salud, por mencionar algunos, han
ahondado de manera astronómicamente sustancial, la mengua fiscal del Estado. La
tercera causa se tasaría en el desmedido gasto burocrático
-que como apunté en un artículo pasado-, es factible reducirlo en 20 billones
de pesos por año. La cuarta causa está representada en la entrega alegre y
barata del patrimonio nacional al capital extranjero, lo que ha evitado que las
empresas industriales y comerciales del Estado más estratégicas del país, le
sigan generando renta a la Nación. La quinta causa se da por el descenso palmario
de las exportaciones colombianas por causa de los 14 TLC que han firmado los
dos últimos presidentes, lo que mina la producción nacional y su
correspondiente capacidad de tributación al fisco nacional y que tiene a
Colombia importando más de 11.5 millones de toneladas de alimentos que puede
producir nuestro sector agrario. La sexta causa en este marasmo de injusticias
y desigualdades, se da por la alta concentración del ingreso pero mayor carga
impositiva a clases medias y bajas, pues según estadísticas de la misma DIAN,
las 1.488 personas de más altos ingresos del país, solo aportan el 4 % del
recaudo de Renta de personas, entre tanto los asalariados y la clase media,
aportan el 96 % del impuesto de Renta de personas; adicional a esto, empresas
como El Cerrejón pagaron cero pesos de impuesto de Renta en 2013 y 2014. Y la
séptima causa que puede argüirse, es ni más ni menos que el costo anual de la
guerra, dado que combatir a las Farc y a otros actores, le cuesta al Estado 28
billones de pesos anuales, casi la totalidad del hueco fiscal actual, ¿acaso ya
no va a ser necesario combatirlas más?.
Por todo lo anterior, tenga la
seguridad señor ciudadano y miembros de la sociedad civil organizada de
Colombia, que lo único seguro es que el Gobierno Nacional y sus altos
funcionarios, le van a cobrar por un hueco fiscal que Usted y Ustedes no han
generado y todo, con la anuencia directa del premio Nobel de Paz que acata
genuflexo, las instrucciones de la OCDE, el FMI, el BID entre otros, a través
de una reforma que deformará aún más, al cuarto país más desigual del mundo.
Por: Arturo Velásquez.
Excelente y muy centrado análisis del verdadero hueco fiscal que finalmente pagaremos los macerados de todos los tiempos, y causado por la clase intromisiza y advenediza a la que le permitimos constitucionalmente ejercer el poder....Sin embargo ante este enredado y oscuro panorama es hora para que nosotros lo ejersamos
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