En este mundo distraído por el
entretenimiento y los placeres, resulta muy difícil para una persona del común,
detenerse por un momento y reflexionar acerca del propósito de su existencia.
Todos contenemos debajo de nuestra piel la misma sustancia, fuimos creados a
imagen del hombre universal, el hombre perfecto, que contiene el A D A N
original, pero a semejanza de una raza manipuladora que no es de este mundo, y
que alteró nuestra GENética, como consecuencia de ello, heredamos el código
A.D.N.
<< Capítulo 9:1 “Jaldabaoz les dijo a
las autoridades que estaban con él: «Venid, creemos un ser humano a imagen e
Dios y con semejanza a nosotros mismos, para que esta imagen humana nos dé
luz”. Crearon con sus poderes y copiaron los rasgos que habían aparecido. Cada
una de las autoridades aportó un rasgo psíquico correspondiente a la figura de
la imagen que habían visto. Crearon un
ser como la primera Humanidad perfecta y dijeron: «Llamémosle Adán, para que su
nombre nos dé el poder de la luz». Los poderes empezaron a crear. >>
A pesar de toda esta
manipulación, el hombre terrestre contiene el poderío interno para restaurar su
código GENético: 144 codones, que es medida de hombre, la cual es de ángel.
Ahora, usted amigo lector se
preguntará: ¿Cómo podemos recuperar ese código GENético?
Científicamente ha sido
comprobado que nuestros pensamientos son capaces de transformar nuestra
GENética, entonces, el primer paso para crear pensamientos reformadores es
cuidando nuestros sentidos, ser responsables, de lo que visualizamos (VER),
escuchamos (OIR), nos alimentamos (GUSTO), lo que tocamos (TACTO), y aspiramos
(OLFATO), colocar nuestros sentidos al servicio de nuestro ser interior, que se
empezará a alimentar desde nuestra mente
primaria por el cúmulo de imágenes que luego, por el juego sináptico, forjarán
pensamientos perfectos, y que energéticamente son transportados por medio del
torrente sanguíneo y al llegar al corazón, son sellados como molécula de LUZ por
medio del diástole y sístole en nuestras partículas más pequeñas: La célula!
…72.000 billones de estas células que en efecto transportarán ideas y
pensamientos puros, partículas que en su
Nucleótido poseen el conocimiento de El Padre Eterno que heredamos en los
Servidluces, que son cuerpos de pensamiento anterior a la creación, y al unirse
con las demás fracciones de esa Luz, podremos escuchar la vibración de esa voz
interior que nos guiará en camino a la transformación.
De acuerdo a esto, podemos entender lo que nos dejó
cifrado Jesús en Juan 6:54-56: El que
come mi carne (el conocimiento LUZ interior) y bebe mi sangre (pensamientos y
emociones puras), tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí
permanece, y yo en él.
Esta es la clave para lograr una
transformación en nuestra genética, el real camino comienza por limpiar el
templo: nuestro cuerpo físico; que en efecto, generará acciones justas que nos
impulsarán a un ascenso de nuestra espiritualidad, y que de ninguna manera está
ligada a rezos u oraciones como lo enseñan en religiones, o a meditaciones y
experiencias místicas que enseñan en las filosofías del mundo.
Código 20 de la lógica de la lógica:
Ya ha nacido en vuestras tierras el Nuevo Hombre, mutante por excelencia, con
resplandores codiciables, con brillo interior, con Luz Eterna.
Al aplicar esta mecánica,
tendremos como resultado un cuerpo limpio de la imagen distorsionada del mundo,
y nuestros razonamientos estarán llenos de lógica e inteligencia al escuchar el
consejo sabio de la voz interior. Por lo tanto forjaremos un nuevo hombre, que
será la esperanza viva para esta humanidad, que día a día busca por fuera lo
que contiene dentro de sí por herencia misma de El Padre Eterno, NUESTRO
VERDADERO DIOS.
By Luis Carlos
Sandoval
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