La comisión de expertos, encargada de esta labor, propone puntos
imposibles de cumplir para la mayoría de organizaciones, además, habla
de una reforma estructural para las Entidades Sin Ánimo de Lucro; sin
embargo, existen grandes contradicciones en los planteamientos
realizados, por ejemplo, sabiendo que las organizaciones sociales
de base sobreviven con un promedio anual de ingresos de $4.470.000, se
les pretende exigir que, para que permanezcan en el Régimen Tributario
Especial, tengan un gerente con sueldo y prestaciones, que no puedan
contratar con sus miembros o familiares y, peor aún, se les exige
viabilidad financiera o de lo contrario deberán ser liquidadas en
los próximos tres años.
Parece que los dirigentes no conocieran el país que gobiernan; la
comisión encargada del tema de la reforma es experta en tributación y
finanzas, pero desconoce la realidad del sector social, por esto, hablar
de una reforma estructural es absurdo en este sentido, sobre todo
cuando no hay unidad de criterio por parte del gobierno en cuanto al
número de organizaciones sociales, la DIAN tiene registradas 69.256
mientras Organizaciones Solidarias afirma que son 219.187, sin mencionar
la cifra que manejan los medios donde aseveran que son 250.000 o
300.000; asimismo, la comisión no tuvo en cuenta ni el capital ni el
tejido social que aportan en términos ambientales, sociales,
culturales, espirituales, humanos y de construcción de paz las
organizaciones a la nación, capital social que está en detrimento con
una pérdida del 70% del mismo en la última década. En ese orden, también
existen contradicciones en cuanto a los ingresos anuales del sector,
la Comisión expone en su informe que son 7,2 billones y el director de
la DIAN, Santiago Rojas, afirma que son 129 billones; esta cifra
significa el 57% del presupuesto del estado, es decir, con ese dinero se
solucionarían muchos problemas sociales en el país, se cubriría
fácilmente el déficit de 5,3 billones de la salud o la educación. Cabe
preguntarse
¿Dónde está lo estructural de la reforma?
Para concluir, ni la Comisión de Notables ni el gobierno se han
preocupado por las consecuencias que traería la desaparición de las
organizaciones sociales del país, dejando desprotegida a una población
que ha sido descuidada por el estado durante décadas. Por esto, el
gobierno no puede firmar la paz con quienes hacen la guerra, mientras le
hace la guerra, con reformas nada estructurales, a quienes son gestores
de paz; porque, en vez de paz, tendremos una bomba social que pronto
estallará.
Robinson Devia González (Presidente Fundación y Movimiento La Voz de la Consciencia)
link: comisiondeignotos.lavozdelaconsciencia.org
Email: info@lavozdelaconsciencia.org
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