La Red de Mujeres Profesionales de la Salud y el Centro de Análisis y
Programas Sanitarios (CAPS) han comunicado al ministro de Sanidad,
Bernat Soria, que ya hay estudios de varios países que alertan de los
efectos secundarios que causa la vacuna contra el virus del papiloma
humano.
En una carta al titular de Sanidad, además de pedir una moratoria en la aplicación de la vacuna, se acompañan los resultados del último informe VAERS, de febrero de 2009, según el cual en EEUU ya se han notificado 10.151 acontecimientos adversos tras la vacuna.
El Sistema de Notificación de Eventos Adversos en las Vacunas (VAERS) es un mecanismo de vigilancia epidemiológica en el que participan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos.
El informe, que no cifra el número de mujeres vacunadas, compara los efectos adversos de la vacuna tetravalente del virus del papiloma Gardasil con Menactra, una vacuna contra la meningitis que también se administra al mismo segmento de población.
En el caso de la vacuna contra el cáncer de cuello de útero, el estudio dice que de las más de diez mil mujeres afectadas, 458 tuvieron que ser hospitalizadas y 29 fallecieron.
Entre los síntomas adversos que se refieren destacan, además del dolor, 1.643 casos de síncopes o pérdidas parciales de conocimiento, 1.320 mareos, 544 convulsiones, 34 trombosis, 9 paros cardiacos y 51 casos de alopecia.
El informe recuerda que antes de la autorización del Gardasil esta vacuna se probó en apenas 1.200 mujeres de menos de 16 años, y que hasta noviembre de 2008 ya se habían reportado 9 muertes, 4 embolias, 4 paros cardiacos, 9 casos de lupus y dos de vasculitis.
En sus conclusiones, el estudio VAERS recomienda que la FDA ponga en marcha una investigación sobre los problemas y las muertes ocurridas en jóvenes tras ser administrada esta vacuna, que se revise la información que los laboratorio dan en los prospectos sobre los efectos adversos y que se informe a los padres de los serios problemas de salud que se han reportado a este organismo.
En la carta recuerdan al ministro que esta vacuna sólo ha demostrado que previene la infección de dos cepas de alto riesgo del papiloma virus, la 16 y la 18, y que en España, según un estudio, serían solo los responsables del 28,2% de los cánceres de cérvix, por lo que "su aplicación no puede eliminar la aparición de cáncer cervical".
También comunican a Bernat Soria que en Canadá, Alemania, Irlanda y en Dakota del Sur (EEUU) las comunidades científicas se están replanteando su decisión de recomendar la vacuna.
Además, le piden en la carta que ya que se ha iniciado la vacuna en España se haga un seguimiento rigurosos de las niñas a las que se ha inmunizado y que se haga pública tanto la metodología de la vigilancia como los resultados que se obtengan.
La ex diputada socialista Carme Valls, presidenta y directora de Mujeres y Salud del CAPS, ha declarado a Efe que desde que se hizo público el manifiesto, secundado por un gran número de expertos en salud pública, pidiendo una moratoria de la vacuna, les han llamado muchos padres solicitando información.
Ha informado de que incluso una familia sevillana les había comunicado que su hija había tenido convulsiones un día después de ser vacunada, por lo que se le aconsejó ponerse en contacto con los servicios sanitarios de Andalucía.
En una carta al titular de Sanidad, además de pedir una moratoria en la aplicación de la vacuna, se acompañan los resultados del último informe VAERS, de febrero de 2009, según el cual en EEUU ya se han notificado 10.151 acontecimientos adversos tras la vacuna.
El Sistema de Notificación de Eventos Adversos en las Vacunas (VAERS) es un mecanismo de vigilancia epidemiológica en el que participan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos.
El informe, que no cifra el número de mujeres vacunadas, compara los efectos adversos de la vacuna tetravalente del virus del papiloma Gardasil con Menactra, una vacuna contra la meningitis que también se administra al mismo segmento de población.
En el caso de la vacuna contra el cáncer de cuello de útero, el estudio dice que de las más de diez mil mujeres afectadas, 458 tuvieron que ser hospitalizadas y 29 fallecieron.
Entre los síntomas adversos que se refieren destacan, además del dolor, 1.643 casos de síncopes o pérdidas parciales de conocimiento, 1.320 mareos, 544 convulsiones, 34 trombosis, 9 paros cardiacos y 51 casos de alopecia.
El informe recuerda que antes de la autorización del Gardasil esta vacuna se probó en apenas 1.200 mujeres de menos de 16 años, y que hasta noviembre de 2008 ya se habían reportado 9 muertes, 4 embolias, 4 paros cardiacos, 9 casos de lupus y dos de vasculitis.
En sus conclusiones, el estudio VAERS recomienda que la FDA ponga en marcha una investigación sobre los problemas y las muertes ocurridas en jóvenes tras ser administrada esta vacuna, que se revise la información que los laboratorio dan en los prospectos sobre los efectos adversos y que se informe a los padres de los serios problemas de salud que se han reportado a este organismo.
En la carta recuerdan al ministro que esta vacuna sólo ha demostrado que previene la infección de dos cepas de alto riesgo del papiloma virus, la 16 y la 18, y que en España, según un estudio, serían solo los responsables del 28,2% de los cánceres de cérvix, por lo que "su aplicación no puede eliminar la aparición de cáncer cervical".
También comunican a Bernat Soria que en Canadá, Alemania, Irlanda y en Dakota del Sur (EEUU) las comunidades científicas se están replanteando su decisión de recomendar la vacuna.
Además, le piden en la carta que ya que se ha iniciado la vacuna en España se haga un seguimiento rigurosos de las niñas a las que se ha inmunizado y que se haga pública tanto la metodología de la vigilancia como los resultados que se obtengan.
La ex diputada socialista Carme Valls, presidenta y directora de Mujeres y Salud del CAPS, ha declarado a Efe que desde que se hizo público el manifiesto, secundado por un gran número de expertos en salud pública, pidiendo una moratoria de la vacuna, les han llamado muchos padres solicitando información.
Ha informado de que incluso una familia sevillana les había comunicado que su hija había tenido convulsiones un día después de ser vacunada, por lo que se le aconsejó ponerse en contacto con los servicios sanitarios de Andalucía.